El directo es una pluralidad cultural que agrupa a cientos de personas cada día gozando. Así sea en salas, festivales o al aire libre, los recitales dejan a los apasionados a la música directamente ver a sus artistas preferidos actuando en directo.
No obstante, este género de acontecimientos tienen la posibilidad de ocasionar inconvenientes muy graves en las orejas, llegando al punto de aun perder audición debido al volumen de la música.
Conclusiones
En el final, un concierto u otra situación donde el estruendos sea superior al umbral de 85 dB, el peligro de que se suscite el tinnitus o la pérdida temporal de la audición siempre y en todo momento va a estar latente. No obstante, el más destacable antídoto para eludir las secuelas de exponerse a sonidos realmente fuertes es la prevención. Así, va a poder sostener su calidad de vida en todas y cada una de las etapas del período escencial.
Las novedosas tecnologías todavía semejan no prestar la atención que merece este aspecto, todavía observamos como gadgets que tienen la posibilidad de usarse en decibles dañinos para la salud auditiva a lo largo de periodos extendidos, son comercializados de forma masiva.
El viaje de la música
En su material “La naturaleza del sonido”, el ingeniero electrónico Federico Miyara, argentino, define el sonido como “…el resultado de una perturbación que se extiende a un medio flexible”. El sonido (o perturbación) viaja como ondas a través del aire hasta llegar a la oreja de la gente. La agilidad del sonido en el aire seco, a una temperatura de 20 ºC, es de 343,25 m/s. “Eso quiere decir que por recorrer una distancia de 343,25 metros el sonido demora 1 segundo. En el agua el sonido viaja 4 ocasiones mucho más veloz que en el aire”, enseña Miyara.
«Las ondas sonoras en los recitales se extienden a través del aire y son producidas por variantes de presión por arriba y bajo el valor estático de la presión atmosférica», explicó el ingeniero Lourdes Sosa Grutas de el Centro Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN), ente estatal de Paraguay que custodia los patrones nacionales de las entidades de medidas y en el que Fabio, que es ingeniero mecánico, se ejercitó a lo largo de 18 meses.
¿Qué llevar a cabo?
Los desenlaces se aúnan a mucho más pruebas de que los tapones son eficientes para impedir la pérdida de audición temporal a lo largo de los escenarios altos de música recreativa. Por consiguiente, la utilización de tapones para las orejas ha de ser impulsado y alentado para eludir la pérdida auditiva inducida por el estruendos de manera activa», refirió Wilko Grolman, del Centro Médico Universitario de Utrecht en Países Bajos, y creador líder del trabajo.
Hiltzik destacó que como médico que «trata un número creciente de pacientes jóvenes con pérdida de audición, es alentador tener una investigación que confirme de manera objetiva la efectividad de las medidas de protección que les sugiero todos los días ».