Desde las ópticas de la psicofisiología y de la psicobiología, por consiguiente, queda probado que la música almacena una angosta relación con nuestras conmuevas. De esto se puede inferir que todas y cada una de las producciones musicales, de una u otra forma, nos emiten algunas experiencias, algunos sentimientos.
La maestra Elizabeth Margulis es la autora de un ensayo que se titula “On repeat: how music plays in the mind”, del que se hicieron eco medios como la gaceta GQ. Según apuntaba, una gran parte de la música que oímos ahora la conocíamos, esto es, son canciones que habíamos oído que, por un fundamento u otro, se transforman en nuestras preferidas. Y ella procuró desgranar ese porqué.
Historia de la música
Hace en torno a 51 mil años o mucho más nuestros ancestros idearon la música, tribus nómadas se dan cuenta los encantos de la vida sedentaria. Se establecen en vales fértiles o fundan pueblos y después ciudades. Los pobladores de ciertos vales como el Tigris y el Éufrates, el Nilo, el Río Amarillo… fueron los primeros en varias cosas: metales, vehículos de ruedas, escrituras, aritmética y música.
Al comenzar una historia de la música resulta conveniente tener presente con precisión de qué nos ocuparemos. Arte cicládico Una primera vía de ingreso a este impresionante cosmos procede de todo cuanto nosotros pensamos y mencionamos. Al percibir a nuestro compositor favorito, es simple expresar juicios sobre sus proyectos y ver la imaginación y la singularidad de una cierta composición en relación a otra. La música es, más que nada, un arte. Es un arte para el que los músicos no apelan a colores o expresiones, sino más bien a sonidos. Para resumir, la música es el arte de los sonidos.
Música y conmuevas: apps de la musicoterapia
Hoy día, la musicoterapia se aplica a un extenso campo con relación a distintos trastornos, apuntada a personas de todas y cada una de las edades. Son usuales las apps en la educación (autismos, hiperactividad, síndrome de Down…), salud psicológica (depresión, ansiedad, agobio…), medicina (oncología, mal, personas en la UCI…) y geriatría (demencias…)
Merced a la aptitud de la música de accionar a todos y cada uno de los escenarios, con la musicoterapia se tienen la posibilidad de hallar ciertos objetivos como:
Si te semeja atrayente la relación que hay entre la música y las conmuevas , no te pierdas: Canciones que nos hacen contentos
Estudios neurocientíficos prueban que la música tiene la aptitud de mudar estados de ánimo activando todas las construcciones sentimentales del cerebro. Se realizaron ensayos en los que se ha modulado la actividad en prácticamente cualquier composición sensible del cerebro merced a las conmuevas estimuladas por la música. La música es con la capacidad de despertar el núcleo de las construcciones cerebrales autoras de nuestro cosmos sensible.
Al oír música se activan las áreas del cerebro que se dedican a la imitación y de la empatía. Son las ubicaciones donde están las neuronas espéculo que actúan reflejando las acciones y también pretenciones del resto tal y como si fuesen propias. De esta manera tenemos la posibilidad de sentir el mal del resto, su alegría, su tristeza… Quizá de ahí que la música es con la capacidad de modificar nuestras conmuevas y hacer nudos sociales; por el hecho de que nos deja comunicar sentimientos.
¿Sentimientos particulares o universales?
Todas y cada una nuestras vivencias son compartidas y de ahí que tenemos la posibilidad de comunicarlas unos a otros, comprender lo que les pasa a otros y hacernos comprender. Pues a nosotros asimismo nos pasó: nosotros asimismo hemos amado, añorado, esperado, detestado, nos hemos sentido defraudados, no tenidos presente, valorados o engañados. No obstante, en el momento de la realidad, en el momento en que nos encontramos mal nos da lo mismo que al mundo entero le hayan roto el corazón: en este momento nos lo han roto a nosotros y no hay consuelo para eso, por el hecho de que el corazón que nos duele es el nuestro, el corazón que se ha roto en este momento es el nuestro, no el del resto.
Las conmuevas son las que son y el repertorio es exactamente el mismo para todos y cada uno de los humanos. En este sentido, la experiencia de cualquier persona de todos modos es compartida por todas las otras. No obstante, cada uno de ellos experimentamos la alegría, la tristeza, el deseo o la frustración a nuestra forma. A cada uno de ellos le duele lo que le duele, o le alegra lo que le alegra: esto es ya una experiencia privada, especial. Tenemos la posibilidad de expresarla verbal y no verbalmente, pero el resto no tienen la posibilidad de sentir nuestro amor, admiración, melancolia, alegría o melancolía.