Según el pensador italiano Giorgio Colli con Platón da comienzo la filosofía propiamente esa, que se distingue de la filosofía previo por ser un pensamiento anclado completamente a la palabra redactada. De esta forma empieza la lenta y progresiva derrota de la civilización oral; y un desarrollo de progresiva desconfianza hacia el diálogo y el oído y la supremacía pertinente del ojo y del soliloquio interior, los 2 siervos de la escritura.
La devaluación de la palabra hablada, paradójicamente, ha corrido semejante a su proliferación indiscriminada en todos y cada uno de los campos, creando una persistente vuelta de estruendos de la que es bien difícil huír. La tele, la radio y el internet no callan ni un solo instante del día. No obstante, en la medida en que estos medios no desarrollan ningún diálogo ni confrontación, o solo lo hacen de forma muy imperfecta, lejos de apreciar la comunicación oral, terminan por empobrecerla. Como corolario, se redacta poco a poco más. Habitamos la era de la comunicación instantánea y, probablemente, jamás se había escrito tanto como en este momento. La proliferación de páginas de internet, de weblogs, de conjuntos de discusión en línea, Fb, Twitter y Whatsapp son un caso de muestra claro.
Mi experiencia con la rehabilitación auditiva musical
La investigación actualizada, la tecnología y las terapias se están usando para otorgar un tipo adelantado de rehabilitación auditiva musical. Centrados en recapturar música para personas con pérdida de audición, el trabajo es para asistirnos a reconstruir nuestro ser musical donde resulte posible.
En 2009, recibí mi primer audífono digital y mi planeta musical comenzó a reabrir. Mi audífono me dejó efectuar múltiples cosas, comenzando con el rodaje de varios de los procesamientos premeditados a la entendimiento clara del charla para darme una contestación de continuidad mucho más extensa y plana. Comencé a oír mucho más tonos musicales de los que había escuchado en décadas y sonidos que pensaba que se habían ido para toda la vida.
Es frecuente la iniciativa de que hay músicos de oído y músicos académicos, planteados como una dicotomía o como distintas clases. Esto no solo no es de esta manera, sino la aptitud de tocar de oído tiene una angosta relación de leer bien una partitura.
En una capacitación musical conjunta donde la clase de instrumento forme una parte de un diseño curricular mucho más terminado, es requisito partir de la idea de que las nociones básicas de la lectura se van a estudiar en las clases de lenguaje musical. Esta cosa obvia puede pasar inadvertida si circunscribimos únicamente la clase de instrumento al estudio técnico-interpretativo de la música redactada.
Dicho de otra manera, en el momento en que el alumnado llega, más que nada en tutoriales iniciales, a la clase de instrumento y se pone una partitura en el atril, como nos encontramos de seguros que tienen la posibilidad de leer esta partitura sin tocar el instrumento? En este punto, debe proponerse la cuestión de las peculiaridades técnicas de cada instrumento, puesto que estas en ocasiones previenen iniciar una lectura instrumental por exactamente las mismas notas o nociones básicas por las que se empieza en las clases de lenguaje musical.