Los risueños aguardaban con impaciencia la llegada del Padre Antonio José a la parroquia de San Sebastián, era tal y como si les va a llegar un Maradona o un Messi en la Perla del Ingrumano…
Alfredo Cardona Tobón
De este modo fue el festival
El formato juvenil de Eurovisión, semeja asentarse como certamen musical entre la población mucho más joven, deseando reiterar los logros logrados en ámbas primeras ediciones. Este año, los inconvenientes organizativos del pasado año, se resolvieron a los pocos días de la final del festival de 2004. En concreto, el 23 de noviembre de 2004 se confirmó que Eurovisión Junior 2005 se festejaría en la localidad belga de Hasselt.
El 26 de noviembre de 2005 fue en el momento en que se festejó la tercera edición del festival junior. Merced a la colaboración entre ámbas televisiones belgas VRT y RTBF, tras la retirada de 4 países – Chipre, Francia, Polonia y Suiza – y el debut de 2 países – Rusia y Serbia y Montenegro –; se hizo esta edición, que fue seguida por 8500 personas directamente y unos 80 millones de espectadores en el mundo entero – no solo los países competidores retransmitieron el acontecimiento; sino más bien asimismo Albania, Ucrania; y el canal australiano SBS que adquirió los derechos de emisión, si bien lo retransmitió un mes después.
Una muy corto biografía
Antonio José (Martínez Palacios) nació en Burgos, en el seno de una familia humilde, el 12 de diciembre de 1902. La pasión por la música próximamente brotó , quién sabe si por la vibración de vidas pasadas. Su capacitación comenzó con solo siete años en las academias que el día de hoy ocupa el edificio del Orfeó Burgalès, y continuó en La capital de españa (donde llegó a encajar con varios de los integrantes de la Generación del 27 —de la que él mismo forma parte, más allá de que es verdad que en un background— y París (verinos de 1925 y 1926). Esto siempre y en todo momento fue viable merced al acompañamiento económico que le brindaron tanto la Diputación como el Municipio de Burgos.
A lo largo de la segunda una parte de la década de los años 20, Antonio José radicó en Málaga. Fueron 4 años en los que enseñó música y compuso una gran parte de su repertorio, inspirado por la paz y la calma que la localidad andaluza le ofrecía. Pero pienso que lamentablemente para él, y para la música de este país, todo cambió el diez de febrero de 1929, día en que le nombraron directivo del Orfeó Burgalès. En el momento en que en el mes de mayo vuelva a Burgos ahora nada volverá a ser como antes. Ahora solamente va a tener tiempo para crear. Por el momento no volverá no a salir de aquí, por lo menos de forma voluntaria, en tanto que la desaparición vino a procurarlo a la montaña de Estépar, una mañana fría de octubre de 1936.