El reggaetón, esta música excitante que deriva del reggae y que sostiene nudos mucho más que evidentes con el hip hop es, indudablemente y con permiso de las huestes afroamericanas, el género con mayor encontronazo global actualmente. Nativo de Panamá a fines de los años 70 y transformado en «virus» incontenible desde el instante en que halló el caldo de cultivo especial en su sonido urbano y periférico en las calles de Puerto Abundante en la última década del pasado siglo, su visible ascensión comercial ha coronado con los Maluma o Luis Fonsi pisando la radiofórmula hasta dejarla seca. También, sostiene un latido underground ávido de futuro y enriquecido por sonidos mutantes, que deja que la composición que mantiene todo cuanto luce en la área se sostenga sólida, apostando por la lozanía y la apertura de miras. Aquí es donde hace aparición nuestra entrevistada, Laura Puentes, una muchacha colombiana habitante en México, que bajo el nombre de Rosa Pistola, se convirtió en entre las DJ de referencia de la música sudamericana. Con su tarea selectora, sus irrefrenables Mixtapes – que publica en Soundcloud y Mixcloud con determinada continuidad – y el prestigio alcanzado con sus pinchazos en clubes de todo pelaje, acaba la ascensión al trono del perro con la última convidación a formar parte en este templo de la vanguardia electrónica europea y mundial que es el Sónar.
Que el festival barcelonés le haya invitado para su próxima edición piensa múltiples cosas: primero, que la cuenta de Rosa Pistola como DJ de primer nivel es mucho más que visible, y asimismo que la existencia de reggaetó underground en festivales expertos en música de vanguardia es algo cada días un poco más normalizado. ¿Qué podemos aguardar de su sed? Ella misma nos lo enseña: “Pienso que esta vez puedo darme la posibilidad de enseñar canciones de mis deseos mucho más íntimos.
Deseo que esta presentación sea mi declaración de amor a las canciones que me hacen perrear en tristeza y íra. Por supuesto, sin parar de ser un equipo duro para bailar.” No pierdan de vista su última Mixtape publicada, en tributo a Khaled Dels Santurrones, que es un festín de hip hop, raí, baladas latinas y sonidos lascivos que puede ser una aceptable pista de lo que se va a poder oír en la cita de la región Condal. Asimismo es buena exhibe de que el reggaetón como género (con sus bifurcaciones) es vivísimo y absorbe sonidos de otras latitudes con una naturalidad trascendente, siendo con la capacidad de colar en los primeros sitios de los charts de todo el planeta y de cautivar a los que tienen el radar de las tendencias por bandera y escuchan con coartada intelectual.” El público latino en este momento es tan enorme y tan esencial que, por supuesto, hacía falta mucho más música en castellano, con la que nos sentimos identificados, y el reggaetón creció tanto y tiene muchos subgéneros que cualquier persona puede escucharlo, es ya comercial…. O sea increíble pues eso me abre puertas y me da novedosas ocasiones», enseña.
Como se frecuenta decir, si no puedes con tu enemigo, únete, pero esta vez es que la unión no trae nada bueno
Ahora que solamente logra es desinflar parte del Tech House que debe recurrir a esta “asistencia plus” para proseguir viviendo, frente la carencia de ideas novedosas y uno público que eligió por comenzar a continuar otros géneros
Varios tienen la posibilidad de ver como algo positivo en todo lo mencionado con el alegato que merced a esta fusión o mezcla de estilos puede asistir para ingresar jóvenes en la electrónica, pero el interrogante es: ¿Deseamos esta clase de público?