de donde es purcel un músico músico

En una entrevista muy aclaradora donde charlamos de la música renacentista y de las distintas contrariedades para sostener una agrupación de esta naturaleza en Talca, el erudito músico Pablo Lavín Rojas, directivo de la agrupación Ensamble Henry Purcell, se explaya sobre las distintas ocupaciones que tuvo en el último tiempo tras 25 años de trayectoria. ¿Cuándo nació el conjunto y que les motivó a cultivar esa música tan particular y espiritual? Brotó de un concepto, donde poco creíamos nosotros, aun. Yo tocaba con un guitarrista, Eugenio González de la Escola Actualizada. Entonces en ciertas instancias de la vida, se brindaron ciertas opciones de localizar a gente que se encontraba preparada para trabajar. Y estas son la gente que hasta este día forman parte y se expresan. El grupo en esta lenta salida de la pandemia está juntando material nuevo. En el momento en que nosotros hemos brindado a ciertas compañías, nuestros servicios musicales nos apuntan que esto no es vendible. Es como un pecado capital. De ahí que, es requisito mudar esta forma de pensar.

¿Qué género de música tocan ustedes?“Tocamos música francesa y también italiana del Barroco. Como el resto, todos estábamos supeditados a ese ámbito tan lúdico de la pandemia. Hicimos un prominente y debimos continuar nosotros juntando material, con el sueño de que, si a futuro pudiésemos presentarlo públicamente. ¿De qué forma fue reincorporarse a la novedosa etapa de la pandemia? Pudimos salvar a aquella gente que está tras estas cosas. Hay una pequeña familia que le agrada este estilo, nos prosigue y está formada por músicos, pintores, artesanos, todos con su espacio. El grupo tiene algo muy innato en todos y cada músico. Hay una sensibilidad de alguna manera. Esto es primordial que salvar. Si no podría haber sido por esta vocación, quizás ahora nos habríamos detenido. ¿Exactamente en qué pasos están en este momento como grupo? Nos encontramos organizando un concierto con la Facultad Autónoma. Precisamente, en lo referente a la música, muchas instituciones son limitadísimas en el sentido de que esto vaya abundando en la capacitación de los pequeños. Que no sea solo una carrera. Y al tiempo, los instructores deberían abrir mucho más esas brechas que el día de hoy hay. ¿Carece mucho más deber de la compañía privada por las disciplinas artísticas? Existen muchas compañías que tienen la posibilidad de ayudar. Disponemos compañías que tengan la posibilidad de solucionar un mínimo. No se les pide bastante tampoco. De alguna manera, este último tiempo no existe esto. De ahí que, no es requisito tener mucho más entendimientos. Solo es necesario que la persona se sienta en la butaca y sencillamente se deje llevar. Hay gente que lo toma como algo elitista. Cierto, es requisito tener ciertos entendimientos para gozar con esta clase de música. Es requisito ofrecer mucho más espacios a la expresión musical. Nos encontramos tocando música de 350 años atrás. Es música espiritual. Los instrumentos son muy costosos. Falta esa conciencia. ¿Recibieron igual alguna exhibe de solidaridad empresarial de acompañamiento a su trabajo? Me agradaría agradecer a Alvaro Tapia ahora los hermanos Galilea, que fueron autores de nuestro trabajo en este último tiempo. lectora que desee saber su trabajo ?Nos encontramos en fb donde en el momento en que hacemos un concierto ubicamos las fotografías y compartimos esta experiencia con nuestros seguidores. Y se abre el espacio a fin de que den críticas. ¿Realizarán novedosas muestras este año? “Nos encontramos libres y proyectos a cualquier iniciativa que nos llegue. Hagamos tertulias musicales, docencia, educativos. No solo tocamos. Estas instancias nos se usa para recompensar a quienes conozcan nuestro mejor trabajo, para abrir un tanto las conciencias de las compañías que si tengan la posibilidad de ayudar en estos sacrificios por el arte y la música. En verdad, contamos un concierto y lo nos encontramos afinando de a poco, para la primera semana de noviembre en la Facultad Autónoma”, nos adelantó al terminar esta entrevista.

Todos y cada uno de los versistas mucho más conocidos de Inglaterra lo festejaron con odes y poemas, nombrándolo por unanimidad como el mayor compositor británico, al paso que el resto de Europa recibía la novedad en silencio, probablemente ignorándolo la presencia.

El nombre y la música de Henry Purcell han vivido, desde su muerte hasta nuestros tiempos, una doble, contrastante historia: para el planeta británico su nombre es la única contestación viable a el interrogante “ Who is England’s greatest composer ?», Purcell es el padre de la música tradicional inglesa. Su música marcó el camino sobre el que pasearon todos y cada uno de los enormes músicos ingleses desde Benjamin Britten y Edward Elgar hasta The Who y Michael Nyman. Para el resto de Europa, Purcell es, por contra, un compositor atrayente, en ocasiones excelente, y para muchos, la única justificación que tienen los británicos para lograr charlar de música tradicional.

Que Purcell haya sido el primer enorme músico de la modernidad británica, absolutamente nadie puede negarlo. Que haya sido asimismo el mayor o el único (dicen los de europa…) compositor de la historia inglesa, es una fácil cuestión de perspectivas, en ocasiones alimentada por la debilidad o aun mediocridad de ciertos de sus sucesores. Entre el orgullo británico y la insolencia categórica de los de europa se ocultan otros varios matices. Y es aquí donde es oportuno buscar y crear la auténtica y complicada identidad de Henry Purcell.

La hora del relevo

Blow, que había exhibido el puesto de organista de la Abadía de Westminster desde 1669, decidió dejar su ubicación en 1680 para dejarlo en el su alumno, que entonces tenía tan solo veintidós años. Purcell se consagró entonces prácticamente entero en la composición de música sagrada, frenando su relación con el teatro a lo largo de seis años. No obstante, a lo largo del comienzo del año, probablemente antes de tomar posesión de su nuevo trabajo, Purcell había producido 2 proyectos para el ámbito, la música para Theodosius de Nathaniel Lee y para Virtuous Wife de Thomas D’ Urfey.

La composición de su ópera de cámara Dido y Eneas, entre los títulos mucho más importantes de la narración de la música trágica en Inglaterra, se asigna a este periodo. Con libreto de Nahum Tate, se representó en 1689 en cooperación con Josiah Priest, un profesor de danza y coreógrafo del Teatro Dorset Garden. Se da la coyuntura de que la mujer de Priest dirigía una escuela para jóvenes chicas en Chelsea, donde la ópera se estrenó. Se considera como la primera ópera inglesa, si bien en varias oportunidades se ha atribuido tal virtud a Venus y Adonis de Blow. En las dos proyectos, la acción avanza como recitativo al estilo italiano. No consiguió bastante predicamento en su temporada, pero la obra fue muy habitual en círculos privados, hasta el momento en que en 1840 se publicó y dejó de mantenerse solo de manera manuscrita.

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