Miki González es el rockero peruano que mucho más etapas musicales ha creado durante su trayectoria. Desde su salto a la popularidad en 1986 con su disco debut, sus estilos pasaron por el articulo-punk, dancehall, house y considerablemente más que le transformaron en el máximo referente de la fusión de rock con ritmos de tradición local como en este momento afroperuano y el folkllor andino. En sus mucho más de 30 años en la música, Miki González mostró una enorme curiosidad y exploración musical que le llevaron a trabajar con artistas tan distintos como Wicho García y Pelo Madueño de la banda de rock subterráneo Narcosis, los iconos del rock argentino Charly García y Andrés Calamaro, los guardianes de la tradición afroperuana en Chincha con la familia Ballumbrosio, los DJs de la escena electrónica de Lima Israel Vich y Christian Berger, y un muy largo etcétera. Y más allá de que la fusión entre lo clásico y lo moderno está presente desde el momento en que juntó una caja de ritmos y un cajón peruano en su primer éxito “Dímelo, Dimelo”, su cuarto disco Akundún (1992) afianzó a Miki González como el puente entre el afroperuano y el rock. Este jueves 21 de junio Miki nos va a dar un concierto particular por los 25 años de Akuundun en el Enorme Teatre Nacional y las entradas prosiguen en venta desde S/ 75. Conque nos reunimos con Miki González para dialogar sobre su amplia sillar musical y el sendero que le llevó a transformarse en el rockero mucho más interesante por las tradiciones locales de Perú. Nativo de La capital de españa en 1952, llegó a Perú a los 9 años y ten en cuenta que en su casa sonaba desde el twist y los Teen Tops hasta música tradicional pero nada afroperouano ni criollo. Esto lo aprendería en las calles años después. Si bien jamás fue a una matinal, en 1966 ha podido ver a Los Saicos tocando en su escuela. Entonces todavía no soñaba con transformarse en músico. Este interés llegó en la década del 70 en el momento en que el hippismo le llevó juntarse con los músicos del Polen en Cusco. Su interés por la música le llevó a estudiar en el Berklee College of Music de Boston, temporada donde no se encontraba entusiasmado en el rock sino más bien en el jazz. Pero en 1984 viajó a Ecuador al lado de Tania Independencia para un festival de La Novedosa Canción y allí todo cambió.
“Silvio Rodríguez era el más esencial de este festival, pero no era mi preferido. Me agradaba mucho más Pablo Milanés. En ese festival se encontraba Mercedes Sosa, que había ido de da un giro con León Gieco, que tiene orígenes de rock. Yo sentía que con el rock podía hacerse música popular. Asimismo había otros artistas de conceptos rockeros con música de queja. En el momento en que volví a Perú, tenía una experiencia tan fuerte para este festival que comencé a llevar a cabo cosas de rock.”