12 de abril – TEATRO COLO BUENOS AIRES
Hace unos días, en Don Quijote y la propaganda, pudimos contemplar al hombre de la Manchapublicit .
El día de hoy observaremos a nuestro caballero de la triste figura inspirando varios temas musicales:
El crítico Víctor Espinós legó 200 partidas quijotescas a la Biblioteca Musical de Municipio de La capital española
atención que la mayor parte de ocasiones, y eso no sucede solo con Cervantes, en España en el momento en que se desea conmemorar una de estas cosas se sujeta a un conjunto musical aproximadamente vieja y se le pone a tocar “Música de la temporada de… ”. Se ajusta la cronología –asimismo de manera laxa– ahora correr. Normalmente, la música no guarda relación con el acontecimiento por el hecho de que no somos un país en el que estas sincronías se den naturalmente. Y esto terminamos de verlo con el centenario de Santa Teresa de Jesús. Se han compuesto precisamente ciertas proyectos novedosas sobre ella, pero la mayor parte de los recitales festejados son del género aludido. Y aún mucho más risible fue la programación musical del año de El Greco.
Pero a Cervantes ahora su Quijote, con alguna extensión a otras proyectos, le pusieron música músicos muy consagrados. Tanto que ciertas son conocidas entre nosotros como la música orquestal que compusiera Telemann o el muy famoso poema sinfónico con violonchelo solista, Don Quijote, conceptuado por Richard Strauss como “Variantes fabulosas sobre un tema caballeresco”. Asimismo se conocen proyectos como el incierto ballet de Minkus Don Quijote o las increibles, pero no tan difundidas, Canciones de Don Quijote en Dulcinea de Maurice Ravel, a las que reemplazaron en un célebre largometraje las 4 canciones de Don Quijote de Jacques Ibert.
Don Quijote de la Mácula
La intención de Cervantes, en el momento de redactar la obra cima de la literatura en lengua de españa, era batallar el apogeo que tenían en ese instante las novelas de caballerías (que vendría a ser lo mismo que hoy día tienen las películas de acción o el reggaetón); de esta manera, creó una sátira con las aventuras y desventuras de un noble manchego, pobre pero idealista y líder de la justicia, que se volvió demente para leerlas; llegando a creerse un caballero errante.
Don Quijote, de Gustavo Doré.