El ritmo acompaña a la vida. Alén de ser el elemento básico de todas y cada una de las artes, es fundamental para el charla humana. Por vez primera, una investigación contribuye prueba biológica verificando la relación entre la música, las capacidades rítmicas y el lenguaje.
Un aparato de estudiosos de la Facultad Northwestern en Chicago, dirigido por Nina Kraus, probó a mucho más de cien alumnos de facultad y preparatoria para probar la relevancia del ritmo en el lenguaje. Oír los sonidos del charla y asociarlos con las letras contenidas en las expresiones escritas es primordial para estudiar a leer.
El hombre y la música
Las notas y los silencios se muestran durante una armonía y definen su ritmo. En el ritmo entra en juego la reiteración, en ciertos intervalos, de sonidos breves, largos, enclenques y fuertes.
En el momento en que oímos una canción, el ritmo es la organización de los pulsos (una unidad que mide el tiempo en la música) y de los acentos (el énfasis de un pulso) que percibimos como composición de la composición . El ritmo puede saber asimismo el movimiento o el baile asociado a la composición musical.
Qué es el Compás Musical
El compás es la manera de dividir el tiempo en partes equivalentes. En estas partes en las que se divide la parte musical podemos encontrar los llamados acentos (notas fuertes), las notas enclenques o átonas y los silencios.
Para señalarlo se emplean unas líneas divisorias al comienzo de la partitura que indican el número de pulsos y la figura musical que se tiene dentro.
Ritmo y armonía
El ritmo musical se articula desde sonidos breves, medios y largos, tal como de los espacios de silencio entre ellos. La manera concreta de articular estos elementos se conoce como armonía y responde a causas de tipo cultural: la música occidental tiende históricamente a omitir los silencios ahora fluir; al paso que el oriental tiene dentro el silencio como una nota mucho más, podría decirse.
Las armonías, de esta manera, reciben nombres concretos y se tienen que a la imaginación de los músicos, ya que tienen una entidad por sí mismas. Por poner un ejemplo, se acostumbra charlar actualmente de riffs o soles, en dependencia de si se habla respectivamente de una armonía repetitiva, usual del acompañamiento, o mucho más bien de una armonía autónoma, singular en la parte.
Pulso
El pulso es la mínima unidad de medición de tiempo, de una secuencia de pulsaciones que se suceden regularmente para dividir el tiempo en porciones iguales. Por consiguiente, el pulso o pulsación equivale a todos los tiempos del compás.
El pulso puede ser regular o irregular y se puede modificar su agilidad en una misma obra, sea que nuestro compositor lo indique o que lo resuelvan los intérpretes. Al interpretar una canción, una partitura, una obra, se le puede imprimir una agilidad mayor o menor según se dé, respectivamente, mayor o menor duración a los pulsos. La duración media de los pulsos en todos y cada canción, esquema rítmico, etcétera., es lo que llamamos tempo y sigue incesante durante la obra musical. Puede indicarse a través de los términos agógicos (Allegro, adagio…) o a través de las advertencias metronómicas.